Casas canadienses, una alternativa sostenible y ecológica

Las casas canadienses, o casas construidas sobre estructura ligera de madera, han sido el tipo de vivienda más común en Norteamérica y los países nórdicos desde hace más de dos siglos. En los últimos años, además, se ha extendido su construcción al resto de Europa y está empezando a tomar relevancia en el mercado inmobiliario español.

Al hablar de casas canadienses debe quedar claro que no se está hablando de casas prefabricadas ni cabañas de madera. Se trata de bienes inmuebles cuya construcción se ha realizado con un sistema que utiliza la madera como material estructural. El valor añadido de este tipo de casas viene dado por ser una alternativa sostenible a la construcción que se ha venido realizando en el sur de Europa y, más concretamente, en España. Ya desde el proceso constructivo y los materiales empleados, las casas de madera se presentan como un modelo sostenible y con una alta eficiencia energética.

Materiales

La construcción de casas canadienses permite a las empresas una mayor gama a la hora de utilizar materiales respetuosos con el medio ambiente. De hecho, para la fabricación del principal material que se utiliza en este tipo de construcciones, la madera, no se efectúan emisiones que puedan ser dañinas para el medio ambiente, algo que sí sucede en la fabricación de otros materiales.

Además, frente a lo que pudiese parecer, la extracción de este material ayuda a la conservación de los bosques al ser estos de tala controlada. Esto implica que el límite de tala para dichos bosques será siempre inferior a su tasa de crecimiento permitiendo la pervivencia de la cobertura boscosa. Así, este tipo de bosques presentan mayor salud y una tasa más alta de crecimiento que los bosques naturales.

Por otro lado, este tipo de viviendas ofrecen muchas soluciones en cuanto a la utilización de materiales de aislamiento. El uso de celulosa, lana de oveja, fibra de madera, e incluso cáñamo se ha convertido en habitual como aislante. Todos ellos son materiales renovables y ecológicas en cuya fabricación no se producen emisiones nocivas.

Proceso constructivo

Otro de los aspectos que hacen de las casas canadienses una alternativa sostenible es la baja incidencia que la construcción de estas viviendas tiene sobre el entorno. Para empezar, el plazo en el que se levanta una casa de madera es inferior a los 6 meses. Ello implica que la incidencia en el medio ambiente sea sensiblemente inferior a otras alternativas, dado que se reduce de manera notable la contaminación tanto atmosférica como acústica.

Una contaminación que también es casi marginal es la derivada del uso de maquinaria pesada. Al tratarse de construcciones que se levantan sobre madera sólo se utilizan máquinas emisoras de gases en la realización de la cimentación que, ahí sí, se realiza mediante zapata corrida de hormigón armado.

Es en ese punto, en la cimentación, en el único momento de la construcción en el que es necesario el uso de agua. El forjado sanitario se realiza ya en madera que se apoya en un murete de ladrillo. Evidentemente, esto implica un menor derroche de agua durante la obra ya que su uso está limitado a esa primera fase.

Casas eficientes

Pero lo más reseñable de este tipo de construcción y lo que más atrae a los que se deciden por una casa canadiense es su alta eficiencia. No sólo por la reducción de emisiones que ello supone, sino también por el ahorro económico que también se deriva de esa eficiencia, llegando a ser de hasta un 60% frente a construcciones más tradicionales gracias a una aislamiento especialmente eficaz.

Además, está clase de viviendas se suelen diseñar siguiendo los preceptos de la arquitectura bioclimática, es decir, se procura aprovechar al máximo los recursos naturales de los que dispone el entorno en el que se encuentra. Se  estudia el ángulo de incidencia de la radiación solar de manera que ésta caliente la casa en invierno y no en verano. Para ello es muy importante el juego de cubiertas y porches. En ese sentido, al tratarse de viviendas personalizadas, también se busca la ventilación cruzada como medio de refrigeración en verano.

Por último, es bastante habitual en estas casas el uso de sistemas de calefacción y calentadores de agua que emplean energías renovables como paneles solares, aerotermos o calderas de pellets.

En definitiva, las casas canadienses, ya desde su misma construcción, son una alternativa eficiente y ambientalmente responsable. Se abre una opción en el mercado inmobiliario orientado a la sostenibilidad que ya ha triunfado en Norteamérica y en Europa septentrional y que, ahora, parece que empieza a asentarse en España.

Fuente: http://www.ecoconstruccion.net