Hay un reportaje realizado por la revista Detalls de Casa que nos hace especial ilusión compartir en nuestro blog. Desde EcoHouses colaboramos en su redacción y a pesar de que fue realizado en febrero de 2012, sigue estando vigente. Sin más, os dejamos con él.

Casas que respiran

El mercado de la vivienda está cambiando. Al inmueble tradicional, caracterizado por unos precios cada vez más altos le ha salido un fuerte competidor: las casas prefabricadas de madera, que ofrecen la posibilidad de vivir en el campo o en la ciudad a un precio asequible -se calcula que son un 30% más baratas que las de construcción tradicional- y con un término de ejecución mucho más corto -de 3 a 9 meses generalmente- desde que se redacta el proyecto hasta que se entregan las llaves. Además, como la madera es un gran aislante térmico, vivir en una casa de madera comporta también un ahorro energético sustancial.

Las casas prefabricadas de madera acumulan una importante tradición en países como Suecia, Canadá o Estados Unidos. Se trata de viviendas fabricadas a partir de piezas talladas a medida de madera, un excelente aislante tanto del frío como del calor. La madera aporta incluso beneficios para la salud porque, como absorbe la humedad, evita dolencias de reumatismo, artrosis y problemas respiratorios. En este sentido, algunos expertos apuntan que el campo bioeléctrico natural de la madera proporciona un estado de equilibrio en el cuerpo humano muy beneficioso para personas que sufren nerviosismo, problemas circulatorios, dolores de cabeza y/o insomnio. En definitiva, la construcción en madera es saludable y una opción sostenible para el futuro.

Otro argumento a favor de esta tipología de viviendas es que son ecológicos y más eficientes energéticamente que las viviendas tradicionales, ya que están realizados con madera, un material  natural y renovable que apenas requiere productos contaminantes para su construcción como tableros conglomerados o contrachapados en cola, impermeabilizantes derivados del petróleo ni tratamientos impermeabilizantes como pinturas o disolventes.

En el Estado español,  el modelo de casas prefabricadas todavía no está muy extendido ya que todavía hay una cierta desconfianza relativas a su seguridad y estabilidad totalmente infundadas, pero empieza a ser una alternativa muy interesante a las construcciones tradicionales gracias a su precio competitivo y a su tiempo de ejecución. Lo que empezó siendo principalmente una segunda residencia, se ha convertido con el tiempo en casas espaciosas y de altas prestaciones, ideales para vivir todo el año. Esto ha sido gracias sobretodo a las mejoras que el mercado ha ido incorporando: aislamientos, acabados, revestimientos, elementos estructurales… con la idea de abaratar el precio final, mejorar las prestaciones globales de la vivienda y contribuir a respetar el medio ambiente.

Proceso de construcción

El primer paso para adquirir una casa prefabricada es disponer de un terreno sobre el que construirla. Si esto no es posible, algunas empresas se encargan también de buscar la parcela. En una segunda fase, el cliente escoge, bajo el asesoramiento del arquitecto, las dimensiones, distribución, acabados, materiales, mobiliario de cocina, cerramientos, sistemas de calefacción y climatización… Después, el arquitecto redacta el proyecto, solicita la licencia de obra y se empiezan las labores de cimentación con hormigón, sobre el que más tarde se colocará la estructura de madera. En algunos casos, la estructura de la casa se importa desde el extranjero y en otros casos la construcción se lleva a término íntegramente en el Estado español. Una vez las piezas, fabricadas y cortadas a medida, se transportan en paquetes o kits al terreno sobre el que se va a construir la casa, se procede al montaje en seco. También se instalan los sanitarios correspondientes a los baños y se entrega la casa acabada con la cocina equipada, puntos de luz, sistema de calefacción y climatización y armarios empotrados.

La normativa

Las casas de madera en el Estado español ya son una realidad. La larga lista de ventajas que aportan les ha hecho ganar terreno, pero también quedan todavía muchas dudas relacionadas con la legislación que las rige. En este sentido, hay que saber que si la casa está instalada con base de obra, con conexión al alcantarillado y al alumbrado público, con abastecimiento de agua y con el resto de instalaciones de los que dispone un inmueble corriente, son considerados bines inmuebles y, además de ser hipotecables, se encuentran bajo la legalidad urbanística vigente.

Por lo tanto, las construcciones de casas de madera, como la de cualquier otro bien inmueble, se rigen por la Ley de Ordenación de la Edificación, que regula la edificación y establece obligaciones y responsabilidades a los constructores, exige garantías de construcción y medidas de protección contempladas en la legislación. Además, deben cumplir con la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE) y con el Código Técnico de Edificación (CTE), marcos normativos sobre requisitos mínimos de seguridad, habitabilidad y salubridad establecidos en la ley. Por último, como todos los proyectos y obras en edificación, deben respetar y acatar las Normas Básicas de la Edificación (NBE), encargadas de establecer un marco legal mínimo para la atención de la seguridad de las personas y el respeto por el entorno.

 

 

 

Fuente: Detalls de casa. Núm. Febrero 2012.