10 acciones para lograr una casa energéticamente eficiente

Que la fachada aísle de forma eficiente la calle del hogar, que las ventanas no permitan las pérdidas de frío o calor o usar reguladores que ayuden a gastar menos agua. Una vivienda con una buena eficiencia energética permite ahorrar un 40% en energía y a veces muchas de las mejoras están en nuestra mano. Esta es una selección de algunos de los consejos que nos propone el Instituto para Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) para lograr hogares con la máxima calificación energética.

– Aislamiento. Es conveniente instalar ventanas de doble cristal o doble ventana y carpinterías con rotura de puente térmico. También los cajetines de las persianas deben estar convenientemente aislados. Cerrar persianas y cortinas por la noche evita importantes pérdidas de calor.

– Detectar las corrientes de aire. Se pueden localizar situando una vela en la zona problemática o sospechosa, si la llama oscila, se habrá detectado una filtración de aire. Algunas de ellas se pueden tapar con medios sencillos y baratos como silicona, masilla o un burlete.

– Protección en ventanas y puertas. La carpintería de las ventanas debe aislar tanto el frío como el calor. Se pueden usar láminas adhesivas de plástico especiales que ayudan a disminuir las pérdidas de calor (si se colocan en el interior) o las ganancias (si se colocan en el exterior).

– Ahorrar en agua caliente y energía. Los sistemas con acumulación de agua caliente son más eficientes que los de producción instantánea y sin acumulación. Es importante que los acumuladores y tuberías de distribución de agua caliente estén bien aislados.

– Grifos y pulsadores. En baños y cocinas es preferible cambiar los grifos independientes de agua fría y caliente por un monomando. En el WC, los sistemas de doble pulsador o descarga parcial en las cisternas ahorran una gran cantidad de agua.

– Mantenimiento de la calefacción. El aire en el interior de los radiadores dificulta la transmisión de calor desde el agua caliente al exterior, por eso es conveniente purgar este aire por lo menos una vez al año, al inicio de la temporada de calefacción. Tampoco hay que cubrir los radiadores porque dificulta la difusión del aire caliente. No hay que esperar a que se estropee el equipo. Haciendo un manteniendo adecuado de la caldera individual se puede ahorrar un 15% de energía.

– Iluminación. Siempre que sea posible hay que aprovechar la iluminación natural. Los colores claros en paredes y techos absorben mejor la iluminación natural.

– Luz artificial. Sustituir las bombillas incandescentes por lámparas de bajo consumo, ahorran hasta un 80% de energía y duran 8 veces más. Las lámparas electrónicas duran más que las de bajo consumo convencionales y aguantan un mayor número de encendidos y apagados. Y en las zonas donde sea necesaria luz durante muchas horas, como las cocinas, es recomendable usar tubos fluorescentes. También ahorran energía los reguladores de intensidad luminosa de tipo electrónico (no de reostato).

– Temperatura. Los toldos, persianas y cortinas son sistemas eficaces para reducir el calentamiento de una vivienda. En verano hay que ventilar cuando el aire de la calle es más fresco (a primera hora de la mañana o durante la noche).

– Aire acondicionado. Hay que dejarse aconsejar por los profesionales y fijar una temperatura de refrigeración en 24 grados centígrados. Cuando se enciende el aire no hay que ajustarlo a una temperatura más baja de lo normal porque no enfriará la casa más rápido y el enfriamiento podría resultar excesivo (y el gasto innecesario).