La construcción de una casa pasiva tiene que establecer una clara conexión entre el interior y el exterior, creando un diálogo constante con el entorno natural, permitiendo abrir la vivienda a la luz, al clima y al entorno en cualquier época del año. Por ello es importante que la vivienda sea respetuosa con la naturaleza y se integre en ella, permitiendo disfrutar permanentemente del entorno.
La masificación de productos industriales con base química que no han contemplado su reciclaje, produce un excendente importante de CO2 y de residuos dentro de nuestro ambiente.